martes, 31 de mayo de 2011

EL CUARTO PASAJERO

Los primeros rayos de la aurora acuchillaban las menguantes sombras nocturnas , convirtiéndolas en girones desgarrados que el viento arremolinaba sobre el asfalto hasta hacerlas desaparecer.                                                                 Sobre la autovia que conecta la gran ciudad con los suburbios se desplaza un transporte de una conocida empresa productora de cerveza y malta . El conductor y dos ayudantes conversan trivialidades para hacer mas llevadero el trayecto hasta su destino.Sin que ellos lo sospechen,esta vez  hay un cuarto pasajero a bordo de la trepidante maquina.                                                                     Aterido del frío de la noche se ha acurrucado en un espacio insólito entre el guardabarros derecho y la pared contrafuego . Seguramente le atrajo la cálida temperatura residual del motor mientras el camión estuvo estacionado en los patios de la empresa , pero ahora  aterrorizado por el rugir del motor y azotado por el caliente viento del turboventilador , se aferra con sus uñitas al forro térmico de la pared contrafuego y por fortuna no osa moverse , mas bien se a convertido en un ovillito de pelo gris.                                                                                   En la ciudad,empieza el ajetreo diurno . Antonio,un expendedor de periódicos y revistas que lleva en la zona mas tiempo del que pueda recordar , abre su kiosk ahora renovado de un metálico reluciente , antaño mucho tiempo atrás de madera  rustico . Al abrir seis gatos de todos los tamaños razas y colores salen alegres a saludarlo y enseguida  hacen su calistenia mañanera después del encierro nocturno , retozan , se estiran , se persiguen dando saltos de alegría alrededor del expendio y a una señal imperceptible de su benefactor , vuelven para tomar su primer alimento del día , les a puesto en dos cuencos diferentes comida y agua fresca . Se llevan de maravilla y cada uno ocupa su puesto conforme al ritual de todos los días , las dos hembritas viejitas ellas ya , tienen un lugar aparte de los machos y Antonio se encarga de que sea así .                                        Debemos hacer una aclaratoria , desde el principio de los tiempos , cuando la avenida estaba todavía arbolada con hermosas acacias y que ahora en el presente luce desolada y sin sombras acogedoras que mitiguen el ardiente sol del mediodía , este hombre sencillo , ya se había convertido en el ángel protector de cuanto gato abandonado se le cruzara en su vida.  Siempre tiene en su kioskito , un albergue seguro , comida y afecto sin limites para todos los huerfanitos , los abandonados y peor los maltratados a los que siempre cura con sabiduría ancestral.                                                                      Hoy va a ser coprotagonista de una insólita y reconfortante aventura . Pero claro el todavía no lo sospecha.                                              Toda la historia relatada es real , cualquier similitud con la ficción es pura coincidencia . Continuaremos.                                                                                              Recuerdos con cariño para Katino,Tino para los amigos,estoy seguro que le hubiera gustado ser parte de esto.